Hablar y escribir sobre la menopausia y sus síntomas es bastante común, pero lo que ya no es tan común es hacerlo sobre la andropausia, también conocida con los nombres de menopausia masculina o climaterio masculino.
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¿Por qué no se habla de la andropausia?
Hay varios motivos por los que no se toca este tema con frecuencia, uno de ellos es porque los hombres están menos dispuestos que las mujeres a nombrarlo en voz alta.
Mientras que para ellas ha dejado de ser un tema tabú y comparten entre amigas sus temores o síntomas, ellos se niegan a verbalizarlo. Raro (por no decir imposible) sería ver a un grupo de amigos en un bar, tomándose unas cervezas y comentando lo que piensan o sienten sobre la andropausia.
Otro motivo por el que no se habla demasiado sobre la llamada menopausia masculina, es porque todavía muchos hombres creen que es un mito. Que la andropausia no existe y que los cambios hormonales sólo son cosa de mujeres.
Y por supuesto está el pánico a perder la virilidad, sumado al miedo a hacerse viejos. Hablar de la andropausia, para muchos todavía es como hablar de “dejar de ser hombres” y por supuesto eso es inasumible. Lamentablemente todavía existen demasiadas ideas erróneas sobre lo que significa “ser hombre” y sobre en qué se basa su “virilidad”… esperemos que eso cambie algún día.
¿Qué es la andropausia? ¿Le ocurre a todos los hombres por igual?
Primero que nada dejemos claro que la andropausia es un proceso hormonal natural, no es una enfermedad ni mucho menos. Sólo casos extremos necesitan tratamiento y medicación. La andropausia no es otra cosa que el descenso de la testosterona que se produce de forma paulatina a partir de cierta edad.
A diferencia de la menopausia femenina que llega de forma clara con la última menstruación, no hay una fecha exacta en la que se inicie la disminución de la testosterona en los hombres. Se suele aceptar que la edad promedio a la que empieza la andropausia es a partir de los 40 años, aunque la disminución hormonal en ese momento es en porcentajes muy pequeños. El término “a partir de” tiene mucha importancia, porque el climaterio masculino es un proceso progresivo, lento y que se prolonga por muchos años.
Y aunque está claro que la andropausia forma parte del proceso de envejecimiento, no a todos los hombres les ocurre de la misma manera. En algunos, la disminución hormonal que caracteriza el climaterio masculino casi es imperceptible o empieza muy tarde y por tanto los síntomas físicos para ellos son poco evidentes.
Además, existen factores que adelantan o hacen más rápido el proceso de disminución hormonal, y con ello que los trastornos físicos y psicológicos sean mayores. Estas causas van desde factores hereditarios hasta enfermedades previas como tiroides o diabetes, pasando por la obesidad o el abuso de tabaco, alcohol o drogas.
Síntomas de la andropausia
Aunque sólo en algunos casos la disminución hormonal de andrógenos es realmente alta para representar un problema de salud, sí es común que a lo largo de ese proceso, los hombres presenten ciertos síntomas físicos y psicológicos.
Seguramente los más conocidos, y más temidos, sean los referidos a la función sexual. La mayoría de hombres, por miedo o desconocimiento, relacionan la andropausia únicamente con problemas de erección. Es verdad que con la edad y la paulatina bajada de la testosterona, los hombres pueden tener dificultades para conseguir y mantener una erección, pero esto no significa que su vida sexual haya terminado.
Otros síntomas referidos a la función sexual son la disminución de las erecciones matinales, bajada de la libido o apetito sexual, menor volumen seminal en la eyaculación y eyaculaciones más retardadas. Esto último, puede no ser un problema sino algo positivo, ya que puede favorecer las relaciones sexuales placenteras especialmente para la mujer, que normalmente tiene un ritmo más lento a la hora de alcanzar el orgasmo.
Pero la andropausia tiene asociados otros síntomas físicos y psicológicos que muchas veces se confunden con los síntomas del estrés, pero que es bueno tener presentes. Entre ellos se encuentra el cansancio físico o sensación de agotamiento permanente, pérdida de masa muscular y de masa ósea (aunque en menor medida que en el caso de las mujeres), sudoración y escalofríos, irritabilidad, insomnio, apatía, ansiedad e incluso depresión.
Diferencia entre menopausia masculina y menopausia femenina
Aunque es común llamar a la andropausia, menopausia masculina, la realidad es que usar ese término no es del todo correcto. Hay varias diferencias importantes entre la andropausia y la menopausia, y van más allá del género.
La menopausia es un proceso hormonal por el que pasan todas las mujeres marcado por el cese definitivo y casi brusco, de la menstruación. En el caso de los hombres, no hay un cese hormonal total, la testosterona puede disminuir progresivamente pero no desaparece y la edad en las que el proceso se inicia varía muchísimo más.
Pero la principal diferencia es que la menopausia significa el fin de la vida fértil de la mujer. Cesada la menstruación, la mujer pierde su capacidad natural para engendrar. Sin embargo, esto no pasa en los hombres que a pesar de disminuir la testosterona, pueden seguir siendo fértiles durante toda su vida. La idea de que la andropausia es sinónimo de infertilidad es errónea.
¿Cómo combatir o tratar la andropausia?
Antes que nada es importante volver a repetir que el síndrome de deficiencia de testosterona o hipogonadismo masculino tardío (andropausia), es un proceso natural que llega con los años y no una enfermedad que haya que tratar, salvo excepciones, y mucho menos es algo contra lo que hay que pelear.
La mejor estrategia es adaptarse a los cambios físicos que llegan con los años y asumir que algunas cosas (y no sólo la testosterona), no serán iguales que a los 20.
Dicho esto, hay que tener presente que una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable, son las mejores maneras de mantener el cuerpo y la mente sanos. Mantener una rutina diaria de ejercicio físico es fundamental para retrasar la pérdida de masa muscular y conservar la resistencia, además de ser una forma de evitar los problemas de sueño y de levantar el ánimo.
En el campo sexual los especialistas recomiendan que, a pesar de la disminución del deseo y de posibles problemas de erección, es importante mantener una vida sexual activa y regular. Si por el contrario, por vergüenza o miedo, el hombre opta por mantener relaciones sexuales cada vez más esporádicas, no hará más que incrementar su problema, con el consecuente efecto psicológico. Una buena comunicación y el apoyo de la pareja son determinantes en esta etapa de la vida.
Finalmente, conviene recalcar que el tratamiento hormonal sustitutivo, es decir el suministro de testosterona, no siempre es recomendable y sólo debe hacerse bajo estricta supervisión médica. Al igual de en el caso de la menopausia femenina, los últimos estudios han descubierto que los tratamientos hormonales pueden tener graves efectos secundarios como el cáncer de próstata o problemas del corazón.
Lo más aconsejable es recordar que igual que muchos otros cambios que llegan con los años, la andropausia es un proceso natural al que hay que adaptarse y que con un poco de cuidado y atención, no debería afectar significativamente a la vida diaria.
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