Crecer es cambiar, aprender, ganar experiencia e idealmente evolucionar. Crecer es un proceso de descubrimiento porque cada etapa de la vida es diferente, nos presenta nuevos retos, nuevas experiencias y por supuesto cada etapa de la vida llega con sus preocupaciones, sus prioridades y sus necesidades.
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Las cosas importantes según nuestra edad
Cuando somos niños, una de las grandes prioridades es la educación. Y aunque nosotros no somos responsables de ello directamente, por lo menos al principio, nuestros padres se preocuparán por garantizarnos la mejor educación posible, para dotarnos de herramientas que nos permitan enfrentarnos a la vida.
Con el paso de los años nos volvemos conscientes de que la responsabilidad de nuestra vida está en nuestras manos y poco a poco vamos estableciendo nuestras prioridades. Cruzada la década de los veinte cobra más importancia el encontrar trabajo, establecernos y formar una familia (en la mayoría de los casos) y todos nuestros esfuerzos van dirigidos a conseguirlo.
Según avanza el tiempo, a partir de la década de los cincuenta aproximadamente, empezamos a darnos cuenta de que cosas que antes nos parecían lejanas, como la jubilación, se acercan y es momento de que pensemos en ella. Ahorrar y planificarnos para realmente poder disfrutar de la jubilación como un momento dulce en la vida, empieza a convertirse en una de nuestras prioridades.
Finalmente, además de disfrutar del cariño de los nuestros y de los logros conseguidos a lo largo de nuestra vida, lo más importante para nosotros pasa a ser el mantenernos sanos y en las mejores condiciones físicas y mentales que la edad nos permita. Porque se puede tener muchos años pero eso no significa que hay que estar viejo y acabado.
Las prioridades al hacernos mayores
Si cuando eras joven ibas afrontando la vida “como llegara”, sin planear demasiado el futuro, según vas cumpliendo años debes cambiar de estrategia para asegurarte una vida adulta tranquila y feliz.
Planificarte y prepararte, una vez llegada a la segunda mitad de la vida, es fundamental para asegurarte todo el bienestar posible. Y quizá dos son las ramas más importantes en las que debes poner foco y que mejor puedes planificar: la salud y la economía.
La salud
Aunque ya lo hemos comentado antes, quizá ahora en los tiempos que vivimos se ha hecho mucho más evidente lo importante que es disponer de una cobertura sanitaria adecuada, especialmente según vamos cumpliendo años.
Y significa tener una cobertura sanitaria adecuada? Básicamente significa tener el médico que necesites en el momento en que lo necesites, sin esperas, porque eso puede marcar la verdadera diferencia.
Lamentablemente, el mayor inconveniente con que puedes enfrentarte cuando se trata de atención médica es, sin duda, los largos tiempos de espera que existen actualmente en la sanidad pública. Y si hay algo que todos tenemos claro según nos adentramos en la tercera edad, es que cada minuto de la vida vale oro y no podemos (ni debemos) darnos el lujo de desperdiciarlo, mucho menos tratándose de la salud.
Por eso cobran especial importancia los seguros de salud para mayores, ya que te evitarán esos largos tiempos de espera para consultas, pruebas médicas y diagnósticos. Cuanto antes puedas detectar cualquier enfermedad o trastorno en tu salud y tomes medias, mejores posibilidades tendrás de recuperarte y evitar que el mal sea mayor.
Infórmate de la manera más detallada que puedas sobre las diferentes alternativas de seguros privados que están a tu disposición en base a tus necesidades, tu edad y tus posibilidades económicas. Ten en cuenta que una cobertura de salud adecuada es una garantía de salud y vida.
Un buen seguro de salud para mayores implica que el cuadro médico a tu disposición es amplio y se adapta a tus necesidades incluyendo especialidades como la geriatría. Además asegúrate de fijarte en los centros de salud, análisis clínicos y hospitales que están incluidos en la cobertura y pon atención en cualquier condición particular como los tiempos de carencia, o enfermedades excluidas.
Cuida tu alimentación, haz deporte, cuida tus relaciones personales, cultiva tus aficiones pero asegúrate también de que en caso de necesitarlo, tendrás una atención médica adecuada.
La economía
Por supuesto el dinero es otro de los factores claves para disfrutar realmente de una vida tranquila durante la vejez. Y para ello también es importante la planificación económica con la máxima antelación posible.
Si puedes contar con una pensión por jubilación, excelente, pero intenta que no sea tu única fuente de ingresos. Existen fuentes alternativas que te pueden ayudar a complementarla llegado el momento. Hacer planes de ahorro que incluyan planes de pensiones, inversiones, o adquisición de propiedades que puedas vender en el futuro, son algunas de las estrategias para asegurarte que tus últimos años de vida estén libres de preocupaciones económicas.
También existen otras herramientas como la venta en nuda propiedad, la hipoteca inversa o la residencia en propiedades compartidas que pueden ser excelentes alternativas a estudiar llegado el momento.
Recuerda…
Que los “años dorados” sean realmente así, depende mucho de las decisiones que tomes y de cómo planifiques la última etapa de tu vida. La tranquilidad de estar cubierto en aspectos básicos como la salud y la economía, no tiene precio!
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