¿Has sentido un ligero escalofríos cuando has leído el título? ¿Eres de esas madres que han renunciado a todo (o a casi todo) por darle prioridad a sus hijos? Si tu respuesta a esas preguntas ha sido un sí, entonces es tiempo de que empieces a pensar un poquito más en ti misma, porque los hijos crecen y lo hacen muy rápido.
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La maternidad, un cambio definitivo
Desde el momento en que una mujer se convierte en madre, sus prioridades cambian por completo. Esa pequeña vida que ha traído al mundo la necesita para sobrevivir y eso es lo primero.
La maternidad es un cambio definitivo en la vida de la mujer, que entre otras cosas hace que vaya dejando de lado su propia vida, hobbies, aficiones, amigos, intereses personales e incluso amor, van postergándose hasta casi quedar olvidados por completo.
Pero el tiempo pasa inexorablemente, y según los niños van creciendo, van siendo más independientes, van desarrollando su propia personalidad y eligiendo solos lo que quieren. No hace falta que abandonen el nido para que te des cuenta de que cada día que pasa necesitan menos a mamá para sobrevivir.
Y eso es bueno. Que los hijos crezcan y tengan su propia vida no sólo es necesario sino saludable. Saludable para ellos y saludable para ti.
Una vida más allá de la maternidad
Serás madre hasta el último día de tu vida, tu maternidad no termina sólo porque tus hijos vuelen y tomen su propio camino. Pero esa es sólo una de las facetas de tu vida, muy importante –de acuerdo- pero sólo una. Hay más.
Pregúntate qué has abandonado, postergado u olvidado, por ser madre. Quizá vaya siendo hora de que retomes tu vida más allá de la maternidad. Seguro que hay mucho que te gustaría hacer y tus hijos agradecerán el ejemplo.
Tiempo para el amor
Si eres de las que ha descuidado (aunque sea un poquito) su relación de pareja a causa de la maternidad, entonces es momento de remediarlo. Ser buenos padres está bien, pero no lo es todo. El amor y el romance son partes fundamentales de la vida y no hay que perderlos nunca.
No importa la edad que tengas, ni si tienes uno o 10 hijos, el gusanillo del amor se puede mantener vivo toda la vida, pero hay que alimentarlo! Sal con tu pareja y disfruten solos de un momento romántico, una cena a la luz de las velas o una escapada fuera de casa, lejos de los niños, como cuando erais novios.
Si habías perdido esa costumbre, te sorprenderá descubrir lo positivo que es conversar y sincerarse el uno con el otro y estando fuera de la rutina del hogar es más fácil.
Y si eres madre y no tienes pareja, no te niegues la posibilidad de tener una con la excusa de dar prioridad a tus hijos. En la vida no es bueno descuidar ninguna de nuestras facetas. Encontrar el amor en la madurez puede ser una experiencia única y muy gratificante. Y si estás feliz y plena, tus hijos serán felices.
Tiempo para ti misma
Retoma tu vida personal, más allá de tu familia. Vuélvete a reunir con tus amigos y especialmente con tus amigas, seguro que muchas como tú ya estarán algo más libres de sus obligaciones familiares. Salgan a cenar, a bailar, a conversar o a disfrutar de una sesión de masajes, lo que más os guste. Un tiempo para ti hará que te sientas más feliz y relajada y tus hijos lo agradecerán.
Y plantéate seriamente si no es hora de retomar algo que anhelabas pero que postergaste cuando decidiste ser madre. Quizá querías estudiar o trabajar en algo que realmente te apasionaba pero que requería mucha dedicación. Si tu presencia en casa ya no es tan imprescindible como antes, es momento de usar ese tiempo en algo que te satisfaga personalmente.
Recuerda que la mejor manera de mantenerte joven y feliz es tener siempre nuevos planes e ilusiones. La mejor parte de la vida puede comenzar justo al cruzar su ecuador, cuando estamos libres de la responsabilidad de criar a los niños y sacar adelante una familia. Es el momento perfecto para llenar nuestra vida de romance, amistad y desafíos!
Si mamá ya no es tan indispensable, entonces celebra! Significa que has hecho un buen trabajo, que tus hijos tienen las herramientas para valerse por sí mismos y que ahora empieza tu tiempo. Y no te preocupes, puede que mamá no sea indispensable para sobrevivir pero mamá siempre, siempre, siempre será necesaria 😉
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