Hace un tiempo me topé con el concepto de “Yoga de la Risa” y me llamó mucho la atención, por lo que me prometí seguir investigando al respecto. Soy una persona convencida de que la risa es un excelente antídoto en situaciones difíciles y, de que el yoga aporta muchísimos beneficios físicos y mentales, así que inevitablemente esto del yoga de la risa me resultaba interesante.
Piensa por un momento en la risa y en sus efectos. Estoy segura de que más de una vez has comprobado que aun estando muy triste o enfadad@, si alguien consiguió arrancarte una risa, después te resultó imposible volver a llorar o mantener el enfado. Esa es la magia de la risa, aunque pocas veces seamos conscientes de ello.
Pero sus beneficios llegan más lejos, porque aunque no lo creas, la risa es una excelente terapia para disminuir el dolor y combatir enfermedades o por lo menos para contrarrestar sus efectos negativos.
Por otro lado, el yoga es una disciplina con siglos de antigüedad, que entre otras cosas, aporta paz y bienestar a quienes lo practican.
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¿Qué es el Yoga de la Risa?
El Yoga de la Risa fue creado por el médico indio Madan Kataria, quien pensó que combinando la disciplina del yoga con los beneficios de la risa para la salud, se podría ayudar a las personas a recuperar el equilibrio y la armonía, no sólo de su cuerpo sino también de su mente y de su espíritu.
Al Dr. Kataria le llamó la atención encontrar abundantes estudios científicos que relacionaban la risa con efectos desinflamante, analgésicos y con la mejora del sistema inmunológico. La conclusión de todos esos estudios era clara: la risa ayuda a curar enfermedades.
Por otro lado, el yoga es una técnica usada en la India desde hace milenios, basada en ejercicios de respiración, estiramiento y concentración, cuyos beneficios para la salud también están probados ampliamente.
De ahí surge la idea del Dr. Kataria que dio origen al Yoga de la Risa, una técnica que combina la respiración profunda y los estiramientos del cuerpo, con ejercicios, mayormente grupales, que estimulen la risa.
La idea fundamental en que se basa el Yoga de la Risa o Hasya Yoga, es que el cerebro no tiene la capacidad de diferenciar entre una risa simulada y una forzada. Es decir, podemos engañar a nuestro cerebro haciéndolo creer que nos reímos de auténtica felicidad, y éste sentirá sus beneficios.
En el Hasya Yoga no se usa ni chistes ni situaciones graciosas para provocar la risa, y aunque al principio ésta resulte algo forzada, finalmente se vuelve contagiosa y real dentro del grupo. “La acción crea la emoción, entonces si te ríes (acción), sentirás la risa (emoción) y reirás porque estás riendo”.
Un yoga para mayores, sin importar la edad
Si no eres un practicante de yoga o ni siquiera has tenido la oportunidad de probar una clase, seguro que pensarás que se trata de una disciplina muy difícil, que exige gran flexibilidad física, y que por tanto no es para ti, especialmente si ya has alcanzado o superado los 50 años de edad.
Es verdad que el yoga no es fácil y es físicamente exigente, especialmente según se va avanzando de nivel. Claro que si lo consigues adoptar como parte de tu vida, comprobarás que todo esfuerzo vale la pena porque aporta grandes beneficios a músculos, huesos, articulaciones, etc., eso sin olvidar sus beneficios psicológicos.
Pero no tienes de qué preocuparte. Con el yoga de la risa puedes desechar tus temores sobre lo difícil que pueda resultarte físicamente. No importa si tienes 50, 60, 70 o 100 años, esta disciplina es para ti. ¿Acaso hay una edad para reír? Por supuesto que NO.
¿Cómo practicar el Yoga de la Risa?
Cualquiera puede practicar el yoga de la risa, ya sea en grupo o en solitario. Puedes buscar alguno de los múltiples Clubes de la Risa que hay en el mundo y animarte a probar la experiencia. Te sorprenderás de lo gratificante y revitalizante que puede resultar formar parte de uno de ellos.
También existen grupos de yoga que practican el yoga de la risa, combinando ejercicios de respiración profunda y estiramiento con técnicas que provocan la risa en los participantes.
Pero, aunque reír en compañía puede ser más fácil y estimulante, también puedes probar unos cuantos ejercicios en solitario. Puede que al principio te sientas un poco torpe e incluso algo ridículo riendo sol@ y sin motivo aparente, pero cuando veas lo bien que te sienta, desecharás todos los prejuicios.
Puedes usar no sólo tu voz y tu cara sino tu cuerpo entero para reírte. En sencillo, sólo tienes que empezar a reír. Prueba ponerte frente de un espejo y reír pronunciando “jo, jo, jo” desde el fondo de tu estómago y combinarlo con grandes “ja, ja, ja” centrándote en el pecho. Acompaña las risas con el movimiento de tu cuerpo, brazos y piernas al ritmo de la risa y verás como poco a poco irás liberando tensiones y sintiéndote más liger@ y relajad@.
Si tienes a alguien a tu lado, anímate a probar la experiencia con él o ella, sin importar quién sea y la edad que tenga. Hacerlo en pareja o en grupo es muy divertido, porque como te imaginarás, la risa es fácilmente contagiosa. Mírense a los ojos y empiecen a reír. Puede que al principio parezca un tanto raro, pero poco a poco la risa será sincera y contagiosa.
Prueba diferentes formas de reír: abriendo mucho la boca (risa del bostezo), abriendo y cerrando la boca (risa del chicle), mientras caminas por una habitación o te mueves al compás de la música (la risa en movimiento).
La risa para una mejor salud
Según vamos envejeciendo aparecen los primeros achaques y se vuelve más y más importante poner atención en cuidar nuestra salud. Hablamos de ejercicio, comida sana y medicina preventiva, pero tendemos a olvidar pequeños actos sencillos y cotidianos que tienen un efecto muy significativo sobre nuestra salud.
La risa es una de esas pequeñas cosas que con frecuencia descuidamos con el paso de los años y que, sin embargo, tiene notables efectos beneficiosos.
El principal efecto de la risa es sobre nuestro cerebro. Después de una cesión de yoga de la risa (o de cualquier momento que haya incluido unas buenas carcajadas) el cerebro libera una sustancia mágica llamada endorfina, conocida como la hormona de la felicidad.
Las endorfinas no sólo nos hacen sentir bien sino que producen efectos analgésicos, lo que significa que ayudan a mitigar el dolor de manera natural.
La risa ayuda a combatir el cáncer, las infecciones respiratorias, la tensión arterial alta y por supuesto a disminuir el estrés, el gran mal de nuestro tiempo que causa muchas de las enfermedades modernas.
Además, los ejercicios del yoga de la risa, al combinar la risa con la respiración profunda, producen beneficios para el corazón, el abdomen, el diafragma, los pulmones y hasta para los músculos de la cara que se ejercitan y se vuelven más flexibles, conservando una apariencia más joven… todas son ganancias 😉
Recuerda…
Si tienes alguna enfermedad, ríete. Conseguirás disminuir el dolor y mantener una actitud positiva que te ayudará a superarla.
Y si estás san@ entonces ríete! De esa manera conservarás la salud por más tiempo y vivirás una vida larga y feliz!
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